YO A LAS CABAÑAS BAJÉ, YO A LOS PALACIOS BAJÉ, TAMBIÉN

En un tiempo récord, al menos bajo ciertos parámetros, Los Pioneros hemos conseguido pasar de celebrar nuestras reuniones en el garaje abandonado de la abuela, un sitio insalubre y peligroso donde era fácil perder la noción del tiempo y la cordura, un jaleo de cables y esquinas oscuras, un sitio así:

A tener nuestras nuevas y flamantes oficinas, que hemos estrenado esta semana. Mirad, mirad qué lujuria más sobria y contenida:

Las nuevas oficinas de Los Pioneros del S. XXI. Tenemos de todo, hasta mesa de reuniones y limpiacristales, estamos muy contentos. Lo cierto es que en poco tiempo estamos consiguiendo algo anómalo, sobre todo en el audiovisual español y catalán: un pequeño equipo de creativos que no tienen ni puta idea de producción, generando contenidos low cost,  series como Mauri, documentales como Tertulians, y emitiéndolos en televisiones pequeñas, además de especializarnos en hacer de guionistas para productoras más grandes, TV Movies, programas de humor  o series publicitarias, entre otros asuntos, otros documentales, otros proyectos. Producir vídeos locos, nuevos proyectos, bajo nuestro propio criterio. Hacerlo con poco dinero. Darle todo el protagonismo a la risa, a las ideas, al guión, o a la locura, etc. Iniciativas misteriosas y eléctricas, como Atrévete Ken, el entrecot grueso del humor, la carne cruda que diría Xavi Daura.