I WOULD DIE 4 U, por Didac Alcaraz

Esta mañana he intentado leerme por tercera vez Santo Domingo, último capitulo del nuevo libro de Carlo Padial. Cada vez profundizo más. Como si ese último capítulo contuviese la esencia de todo el libro. A medida que me adentro en la lectura se acentúa la sensación de estar cavando una tumba para enterrarlo. Supongo que no quiero que se acabe.

Cuando terminé de leerme DINERO GRATIS tardé casi un año en volver a leer algo que me interesara. Es cierto que leí un libro que me regalo Inga muy acorde con mi manera de expresarme. Sin embargo, la autentica tralla me llego de la mano de Carlo: "No sé, léete esto. Como introducción está muy bien". Carlo siempre me las deja caer así. Sin darle más importancia. El tío te lo suelta con una sonrísa suave, similar a la que gasta la Gioconda. Idéntica a la que utiliza Prince cuando le entrevistan en televisión.
El lunes por la noche me trague a caracan Pickpoket, de Bresson. Hacía más de cuatro años que Carlo me la había recomendado. No quería. Le soy fiel a Bergman, Kurosawa, y Lynch. Creía que con esos tres al frente había culminado mis expectativas con respecto al séptimo arte. Por norma, cuando la pelicula es buena, me duermo. Con un par o tres de escenas magistrales tengo suficiente. Hasta hoy solo los tres directores antes mencionados habían conseguido mantenerme despierto. Y tampoco. Todavía no he visto Inland Empire del tirón.

Pickpoket fue desde el principio como estar dormido. Al final de cada escena me despertaba conmocionado. No esperaba que volviesen a explotarme los sesos. En todos los sentidos. Pickpoket me pareció maravillosa. Y Bresson fantástico. Desde un punto de vista muy personal me vi reflejado. Tal como me viera reflejado cuando descubrí La Hora del Lobo, de Bergman. El puto Carlo, (en este punto me pongo muy violento), ya lo sabía: "No sé, prueba con Bresson. Como introducción está muy bien". Al terminar la pelicula pude imaginarme la expresión de Carlo expuesta en Louvre.
¿Cuánto cuesta? ¿Qué planes tienes? ¿A dónde vas Didac?... Yo que sé, le respondo al cursor parpadeante. Supongo que a GO, IBIZA, GO! en directo, y a la pelicula que Los Pioneros de S. XXI estamos terminando. Ojo al dato: ESTAMOS. Como si al decirlo me atribuyera el merito de cargar también con todos los marrones que se derivan de hacer una pelicula. Ahora sí, ahora Pioneros no. El viejo Truco del Turlo. "Déjala correr", me susurra Carlo. Y ciego me lanzo a la catarsis sabiendo que nunca permitirá que me ocurra nada malo.

Sueño con cebras. Con cebras y tigres. Con largas piernas de mujer que terminan en redondas nalgas. Con ciudades en llamas y personas ardiendo. Mis brazos son serpientes. Bajo mis pies un extenso campo. Un cielo luminoso, casi cegador. Soy un coloso de fuego disfrazado de geisha. Aplasto las leyes de la moral. En mi lengua anidan cucarachas. El ruido de la calle me despierta. No hay salvación. Me auxilio en una joven ajena al drama. Que ridículo. Hay una distancia infranqueable. Pronto vuelve la noche. Los cerdos en silencio. El murmullo de la autopista en la lejanía. Las ciudades no descansan. La gran langosta no cesa de engullir. "¡Corre caballo loco, corre. Vuelve a África!".
La periferia me absorbe. Me desvanezco. No hay sorpresas. La mediocre rutina me ahoga. ¿Dónde estás Carlo? Te busco mientras sacudo el pincel sobre el papel. ¿Qué sentido tiene? Una vez estuve frente a las vías del tren. La mejor de las Private Joy. De no ser por ti, Carlo, lo dejaría todo tal como está.  Estoy cansado. No puedo parar. Carlo Padial es una locomotora. De haberme quedado allí, en el andén, vete a saber. ¿Cuánto puede brillar el alma de una persona antes de arder y consumirle? 

A tu lado estoy tranquilo, Carlo. Me aportas un tipo equilibrio parecido al vertigo. También es verdad que cada semana me fumo un billete de cinco euros. Leer ERASMUS, ORGASMUS, Y OTROS PROBLEMAS está siendo como beber del santo grial. Eso y hacernos un GO, IBIZA, GO! en directo. Y participar en el rodaje de la primera pelicula de Los Pioneros del S. XXI. Y quedar para tomar café. Y ver películas solo, imaginándome que compartimos la cama. (¡Eh, no me seáis marranos! Siempre veo las películas tumbado en la cama). Y quedarme dormido y despertarme recordando alguna frase que me hayas dicho. No importa cuando. Todo se mezcla. Pero tú sigues siendo tú. Carlo Padial, la misma persona que una vez conocí por casualidad.

2 comentarios:

  1. Buff, una de mis canciones preferidas de Prince...que post más bonito.

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  2. Es verdad. Me lo bajo todo de internet. Es verdad.

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