CINE A CARAPERRO - INVASIÓN A LA TIERRA (2011)

Tras unas semanas de ausencia, regresa a Mi perro tiene un blog la sección favorita de todo el mundo: Cine a caraperro. Invasión a la Tierra (2011). Menudo hit. Hit en el sentido de golpe en la cabeza. 

Invasión a la Tierra es como jugar a un videojuego sin tener el mando, es decir: Es una puta tontería. Si quisiera ver como mi hermano mayor juega a un shooter en tercera persona mientras yo me aburro detrás de él regresaría a mis doce años, cosa que no pienso hacer. Porque odiaba tener doce años. No puedo viajar en el tiempo. Y no tengo hermanos. Invasión a la Tierra es un compendio exhaustivo de todos los momentos grasientos que uno pueda imaginar o haber visto en todas las películas de acción de los últimos veinte años. No se dejan nada fuera del cubo, los guionistas han estado revolviendo bien por los containers. Porque aunque no lo parezca, alguien debió de escribir un guión para esta película. Por desgracia, se perdió de camino al rodaje y hubo que rodar igualmente. Eso explica el por qué los actores se limitan a estar de pie en localizaciones destruidas mientras intercambian algunas de las frases y bromas más absurdas que he escuchado jamás en una película, cosas como: 

SOLDADO NEGRO: Señor, uno tiene la edad que siente.

SOLDADO BLANCO: Pues yo no siento nada. 

Aparte de esto, los actores parecen estar cansados, o dormidos. O deseando no haber ido a trabajar. La vi en los cines de un centro comercial de la periferia durante el fin de semana y hasta los delincuentes juveniles de la última fila se cuestionaban la trama. No sólo eso, también se quejaban entre ellos de las inmensas lagunas del guión. La película es mala. Muy mala. Y lo que es peor, terriblemente aburrida. Incluso los extraterrestres parecen estar de paso, de camino al Opencor, ligeramente tristes, poco convencidos de la invasión que presuntamente están llevando a cabo. Al igual que en Independence Day, los invasores se muestran invencibles al principio de la película, pero de pronto al final se hunden de golpe, y se largan por donde han venido sin demasiada explicación. Si por lo menos Invasión a la Tierra tuviera más momentos como estos, podría ser una buena comedia involuntaria, como Ghost Rider, Jonah Hex, o casi cualquier otra película reciente de Nicolas Cage, pero por desgracia la mayor parte del tiempo trata de soldados corriendo de un  lado para otro mientras los ruedan cámara en mano de forma frenética, como si el operador de cámara se hubiera formado en el Cottolengo del Padre Alegre y sufriera un extraña combinación de parkinson y déficit de atención severo.  Chiflado, ¡deja la cámara en paz!