Como es oficial, ya podemos hablar del rodaje de nuestro primer
largometraje. Estaba cantado que Los Pioneros del Siglo XXI tarde o temprano terminaríamos cocinando metralla para todos los públicos. Preparando makis de guasa y wasabi casero de la risa. Qué cosas, ahora me coge un poco de melancolía al recordar los
primeros videos que Los Pioneros del 2000 nos hacíamos a caracan. Creo que por entonces el
YouTube no existía. Y si existía, nosotros no lo conocíamos. Al menos yo no, seguro. Qué tiempos aquellos. Cuando Carlo o Carlos de Diego pulsaban el botón
de rec en mi cabeza se activaba un mecanismo que me catapultaba a la gran
pantalla. Hoteles de lujo, coches enormes, mujeres desbordantes, cava y ostras para
desayunar, perros de colores bien peinados, y música negra a todas horas. Todavía vivo en aquel musical de funktasía. Me siento incapaz de concebir el día a día de otro modo. Supongo que la vida sin musikey no es vida.
Estos días de rodaje me acompañan Thelonious Monk y John Coltrane. He preferido quedarme
con ellos dos para no descentrarme. ¿Has probado alguna vez caminar por las calles del ghetto
escuchando en bucle el disco Monk Alone, o mutear el
sonido de una discoteca y poner a todo trapo A Love Supreme de Coltrane? Los rulings en coche se vuelven estupendos.
Mirar a las personas mientras sueltan sus brasas y no prestarles la más mínima
atención porque justo empieza el solo de batería es un delirio. Entrar en
cualquier lugar cuando el contrabajo te lo explica el groove es volver a empezar. Es ser de nuevo un infante goloso. Además, hay que saber reconocer
que las mujeres de Barcelona son, dentro de su enorme variedad, todas un precioso piano de cola. Un conjunto de
curvas que se deslizan libres desde la complicada sencillez
de sus detalles. Claro que todo salta por los aires cuando penetra cálido
el metálico sonido del saxo. En ese instante ocurre todo. La ciudad se
ilumina, se vuelve un extraño y reconfortante paraíso donde la espiritualidad del
alma humana se muestra pura, elevándose por encima de cualquier circunstancia
para regresar transformada en... ¡Ostias! Perdonad, me llaman por teléfono. Luego sigo.
Because I know... http://www.youtube.com/watch?v=ee925OTFBCA
ResponderEliminarI still love U... http://www.youtube.com/watch?v=V5Dv28kp4P0&feature=related
ResponderEliminarSe te ve muy animado y me encanta.
ResponderEliminarEs un pelotazo Sergio. La vida digo. El rodaje es un palo. Una regaliz de las antiguas. De aquellas que mordías sin parar en vez de fumar
ResponderEliminarSoy, y me siento, una de las personas más afortunadas del mundo. Los rodajes me permiten vivir una vida que solo en sueños, a veces, me parece percibir.
Sé que no todo el mundo puede, pero todos deberían, al menos una vez en la vida, hacerlo. Soñar digo. Plantearse un largometraje es una pesadilla. Te quita el sueño, o más bien, mientras estas en él, dentro del rodaje, vives atrapado en él. No quieres oír el despertador. Te hundes en la cama, (que son tus compañeros de rodaje), te arropas con fuerza buscando el calor, (buscando el cariño que les tienes y que les das a los que se convierten en mucho más que compañeros), te sumerges en la más maravillosa de ...¡Ostias! el puto teléfono otra vez ¡los de producción no me dejan respirar!